En este proyecto se optó por un muro de piedras de escolleras rectangulares o también llamadas tipo tacos, principalmente para preservar el entorno natural del campo de golf.

 

Las piedras de gran tamaño aproximadamente de 2,5 toneladas se transportan en camiones dumper (ver detalle fotografía)

 

Una vez descargadas en obra, una máquina excavadora de 25 toneladas las va colocando a hueso. Las piedras de escolleras que conforman el cuerpo del muro se colocarán procurando tanto su propia estabilidad como la materialización de una contrainclinación de las hiladas de bloques.  Los bloques se colocarán formando un entramado tridimensional que dote al conjunto de la máxima trabazón posible. Se tratará de evitar que los contactos entre bloques de una coincidan, según secciones por planos verticales, con las de la hilada inferior, impidiendo de esto modo la formación de filas horizontales de bloques, es decir, las sucesivas hiladas deberán buscar la máxima imbricación que sea posible con las inmediatamente superior e inferior.

Las principales ventajas  de los muros de escollera se encuentran en la facilidad de drenaje a través de los huecos existentes entre los bloques de piedra, la facilidad para adaptarse a movimientos diferenciales del terreno, admitiendo ciertas distorsiones sin sufrir daños estructurales y la relativa facilidad de integración de la escollera en el entorno, al tratarse de un material natural.

Este es el resultado final de la parcela:

El equipo técnico de obravia vázquez somos expertos en soluciones de taludes, estaremos encantado de resolver cualquier duda.

Deja un comentario